"Según la historia de Aristófanes que sale en
El banquete de Platón, en el mundo mítico de la Antigüedad había tres clases de seres humanos –dice Oshima–. ¿Lo sabías?
–No –respondo.
–El mundo antiguo no estaba compuesto por hombres y mujeres sino por hombres-hombres, hombres-mujeres y mujeres-mujeres. Es decir, que un ser humano comprendía dos personas de ahora. Y así vivían todos satisfechos y felices. Sin embargo, los dioses los partieron a todos con un cuchillo por la mitad. De un corte limpio. Como resultado, el mundo se dividió en hombres y mujeres, y desde entonces los seres humanos van corriendo desesperados de un lado para otro buscando la mitad que les falta.
–¿Y por qué hicieron los dioses eso?
–¿Partir los seres humanos en dos? Pues vete a saber. Los actos de los dioses nunca son fáciles de comprender. Los dioses son irascibles y tienden a ser, ¿cómo te diría?, excesivamente idealistas. Puestos a suponer, tal vez se tratase de algún castigo. Como la expulsión de Adán y Eva del Paraíso que sale en la Biblia.
–El pecado original –digo.
–Exacto. El pecado original –dice Oshima. Y hace oscilar el largo lápiz entre los dedos índice y corazón como si fuera una balanza–. En definitiva, lo que quería decirte es lo siguiente: para un ser humano es muy duro vivir solo."
Extracto del libro Kafka en la Orilla del autor Haruki Murakami (2002)