My Work

Thursday, May 03, 2007

PostCoachella

Ayer por la mañana, después de botar mi mochila y mi slipin en la cueva, caí en coma –el cansancio ya era fatal– y dormí casi el día y la noche enteros.
Después de casi dos días en Los Ángeles, de uno final en la playa y cuatro días intermedios de vivir una euforia continua acampando de noche en el desierto con cincuenta mil personas y de día con cien mil, en un paraíso de música, calor y todo lo mejor que pueden absorber los cinco sentidos, ahora el regreso –por increíble que parezca– no sólo no cuesta trabajo, sino que la sonrisa nomás no se me puede borrar.
Éste es sólo un preview, ya postearé luego algunas reseñitas con fotos interesantes, pero por mientras va esto:






El atardecer era de mis momentos favoritos, el sol se alivianaba y todo se pintaba de rojos y amarillos.




El Javier Vergara –líder de Pulp y a quien veríamos tocar escasas dos horas después– y el Franz De Paula viendo en vivo a Tilly And The Wall. Paquevean que no soy el único en tener un perfil freak...

8 comments:

rogelio garza said...

No dudo que haya sido un gran reventón de música, sol y vibras de todo tipo. Pero por alguna razón ya no me siento atraído ni cómodo en esos eventotes masivos, patrocinados por los gigantescos sponsors. No sé, bueno sí sé que la intromisión de los corporativos en nuestras vidas es inevitable, como dice Monster Magnet en Radiation Day: "Corporation frecuence keep us alive, boy!" Y siento que el fin último de la música es liberarnos, no meternos en reservaciones corporativas. Más negocio que música. ¿O en cuánto se cotizaba un refresco o una botellita de agua, en medio del desierto?

EL GUARDIÁN said...

Totalmente de acuerdo. Sí fue un varo. Pero supongo que para tal efecto tampoco deberías comprar un disco carísimo. En última instancia a quien se la acaba pagando al final es al artista. La disquera y todo la infraestructura que gira alrededor de la música (otra buena cita sobre esto es Floyd con "Welcome to the Machine") se encargan de moldearlo como lo que verdaderamente es: un negocio. Toda tu vida es un sistema esquematizado. Toda. Para eso trabajas, para eso te compras un coche, para eso vas a comer a un restaurante chido, te compras una chamarra que te gusta, vas al cine o vas a un concierto. Produces dinero y lo haces girar en esa maquinaria gigante que en un sentido ideal nunca debió haber sido concebida así. El concepto del engranaje funciona bajo ese criterio, que por supuesto no defiendo ni justifico. Sólo sé que así funcionan ciertas cosas, esas que no entran en el rubro de lo que está en mis manos cambiar –en un mundo ideal podríamos haber visto a The Who hace 2 meses–. La neta me importa un carajo si patrocina la Coca o Pepsi; es saludable dar el peso correspondiente y saber disfrutar de ciertas cosas, como un buen concierto. Escuchar una gran rola en vivo, una de tus favoritas. Simplemente disfrutarla.

Y vaya que las chelas a precio de teibol sí estaban del carajo...

GiGa said...

Bueno, bueno...
pero ya te repusisite de famoso reventón?


de acuerdo contigo, guardián: +peso correspondiente y saber disfrutar de las cosas+

Hay que saber apapachearse.

Gracias por la nota en el blog.

paulina said...

ajajaja, siempre habrá gente más freak que uno, eso es lo mejor, ajajaja.
Qué chido tu viaje Franz, el atardecer bueníiiisimo!
Te dejo muuuchos saludos y nada, seguir viajando, que es lo único que se queda dentro.
pb

Ali Heredia said...

Chelas a precio de teibol jaja

Anonymous said...

¿quién tomo esas fotos????
QUE BUENAS FOTOS; QUE IMPRESIONANTE;
ESTÁN DE HIPER HUEVOS

La PaHueR said...

Sea quien sea la persona o empresa o corporativo o adineado que organiza eso merece respeto, no me importa el consumismo siempre y cuando se logre algo padre, cada quien tiene derecho en gastarse el dinero en lo que quiera y niño te quiero felicitar por gastarlo o mas bien, invertirlo en ti.
eres mi hit nuevamente.

Andrea Valero said...

¡Qué buena foto! Tendrás que morir muajaja.

Firma: la abogada de 17 años que nunca había comentado en un blog.