El chiste es que ésta que vivo es una de ésas.
Bueno, pues resultó que el viernes pasado asistí acompañado de una persona a quien aprecio mucho a un concierto de rock. Una banda inglesa –proveedora de fondear muchos de mis más gratos recuerdos– se encargó de iluminarme los oídos e incluso las esperanzas durante un lapso en el que pude sentirme feliz, realmente feliz. La parte curiosa es que normalmente este término se ocupa de forma simbólica: "Me sentí feliz". Pero en este caso –como en algunos otros que por fortuna recolecto– puedo asegurar con la mayor certeza que así fue. Gocé de la felicidad que desdeña al dinero, a las grandes expectativas, a las ambiciones incluso modestas, a los miedos de cualquier tipo. No tenía más en qué ocuparme que en dos cosas: sonreir y cantar a grito pelado.
¿Cuántas veces uno puede decir en su vida: "fui verdaderamente feliz" sabiendo lo que significa, y sobre todo, lo que se siente?
2 comments:
Que bien que estes publicando nuevamente mi buen, espero ese estado de felicidad sea permanente, por que hay quienes dan con alegria y esa alegria es su premio.
Saludos!!!
¿Es en realidad tan difícil SER feliz y no HABER SIDO nuevo Franz?
Post a Comment