"Lo sublime se puede tocar con la mente".
"Cada noche cuelgo mi cara en el armario y me encuentro convertido en una canción".
“Cuando tocas, no importa quién te escuche”.
Pensar al revés es como un interruptor al lado de la puerta de tu mente.
Tienes dos opciones muy sencillas: decides activarlo o no.
Cuando piensas con las ideas de alguien más, eres los demás. Cuando sientes, eres sólo tú.
Cuanto más callado estás, más puedes escuchar.